Sueño Erótico

Era un bizcochuelo de cumpleaños complaciendo los deseos libidinosos de un hombre famoso. Su nombre olvidado por la impresión. La escena era tan vívida que podía ver una torta fenomenal incrustada en toda su humanidad. Un picarón con mucha crema chantilly, almendras y frutas rojas. Una exquisitez de nácar en todo su rededor. Perlas cultivadas como en los collares de dama antigua. Brillaban además gemas de colores como noche límpida de estrellas.
Una fiesta Inolvidable. La música era de gritos y risas de invitados. Ella no lograba reconocer ni ver a nadie. Era solo ella, la tarta, y él.